martes, 4 de marzo de 2008

En las Nubes...




Si, en las nubes... Así me sentía cada que llegaba el día en que tomaba clase contigo y más aún si teníamos que hacer alguna dinámica en equipo... Me encantaba escuchar las cosas que se te ocurrían, por mas tontas que sonaran a mi siempre me causaban gracia...


Para proteger la identidad (mas bien para no tener que pagar regalías por el uso del nombre/apodo) de mi ex novio, novio en los tiempos en los que se desarrolla esta historia, me referiré a el como “Fulano”

Paseába con el por un conocido parque ubicado en la ciudad de México, y no, no me refiero a Chapultepec; mientras yo le platicaba de mis andanzas de la semana… La casa, el servicio, la escuela eran los temas que generalmente abordaba cuando me preguntaba “¿Cómo te ha ido?”…

FULANO - ¿Quién es ese tal “compañerito” del que tanto hablas?
PADAWAN – Pues eso, un compañerito de la clase de Ciencia y Técnica
FULANO – Bueno, si, eso me queda claro, pero esa no fue la pregunta
PADAWAN – Es un compañerito del cual no recuerdo el nombre, a veces platicamos y hacemos dinámicas en equipo, es muy gracioso y me divierte ¿Cuál es el problema?
FULANO – Ninguno, solo que creo que últimamente hablas mucho de el, y se me hace algo extraño porque según tu te caga la gente de esa escuela (si, esa escuela que está en medio del bosque), sobre todo los niños fresitas…
PADAWAN – Estas loco y bastante paranoico

Sabía muy bien que tenía razón, de unos días para acá hablaba mucho de mi compañerito, era extraña la manera en la que podía desarrollar toda una historia y llevarme horas platicando de un suceso que en tiempo real duró unos cuantos minutos. Adoraba al Fulano, si que lo adoraba, pero no sentía que estuviera haciendo algo malo, después de todo el niño era solo eso un compañero de clase, el hecho de que me gustara era algo completamente independiente, jamás me atrevería a tirarle el perro, al menos no estando en una relación… Además el era solo mi compañero, y muy probablemente así me veía a mi, ni siquiera sabía si estaba solo o no, muy probablemente no, un niño tan lindo ¿Solo? No lo creo…

Los lunes y jueves se volvieron los días más esperados por mi en una semana normal de clases, procuraba siempre llegar tarde para ver en donde estabas sentado y entonces sentarme cerca, la clase de Ciencia y Técnica se impartía en un salón del piso más alto del edificio más lejano de la universidad (y mira que estando en un bosque eso es bastante lejos), eso me daba tempo para pensar mucho, y aunque debería estar preparando la excusa que usaría con a profesora esta vez para justificar el no haber hecho la tarea, solo podía pensar en si hoy habría dinámica en equipo para así ahorrarme el tener que pensar en que decirte para poder platicar y escuchar tus ocurrencias ¿Te habrás puesto hoy esa camisa que se te ve tan bien y por cierto me encanta?

COMPAÑERITO – Oye Gaby, y tu que estás estudiando?
PADAWAN – Mercadotecnia, y no me digas Gaby, te he dicho que no me gusta…
COMPAÑERITO – Ok Gaby
PADAWAN Con tic en el ojo – “Que niño tan odioso, pero que lindo…” Y tu que estudias?
COMPAÑERITO – Ingeniería en Sistemas
PADAWAN – Ohhh… “Igual que mi hermano” y cuando terminas?
COMPAÑERITO – En diciembre Gaby, y a ti cuanto te falta para terminar?
PADAWAN – “Lo hace a propósito porque sabe que me molesta, que jodoncito” Salgo este cuatrimestre… Ya por fin
COMPAÑERITO – En serio? Orale!! Que Padre!!! Has de estar super emocionada…
PADAWAN – Pues no te creas eh? La verdad es que me está entrando la crisis y creo que voy a extrañar mucho la escuela…
COMPAÑERITO – En serio?? Que extraño…

En realidad lo que más extrañas de la universidad cuando terminas tus estudios y te vas, no es la escuela como tal, son las personas que ahí conociste con las que conviviste (los que te gustan), pero obviamente no se lo iba a decir ¿Cómo me iba a ver diciéndole “te voy a extrañar cuando salga”?… Así que tuve que decirle que me encantaba la escuela, y creo que me creyó, aunque me miraba con rareza…

Mientras pasaba el tiempo y me iba llevando mejor con el susodicho compañerito del cual no podía recordar el nombre y por obvias razones no se lo preguntaría (el se sabía mis dos nombres) me fueron gustando más cosas aparte de su ojos que desde la primera vez me había cautivado y lo divertido que era, el niño siempre olía muy bien y me encantaba su sonrisa, además de otras cosas que tuve oportunidad de observar un par de veces sin ser descubierta gracias a las ocasiones e las que le tocó pasar al frente a explicar alguno de nuestros trabajos en equipo…

Sentía que me estaba encariñando, al grado de aburrirme a muerte y sentirme especialmente triste cuando el no se presentaba a clase, eso no era para nada normal, pero no podía
evitarlo… ¿Qué iba a pasar el día que terminara la escuela y no lo volviera a ver? Tenía que haber una forma de arreglar eso…
Continuará...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

AHHH! DISCULPA QUE NO HABIA DEJADO MI COMENTARIO ANTES POR QUE EL LUNES ESTO NO ME LO QUERÍA GUARDAR, AUNQUE SOSPECHO QUE ERA MI CONECCIÓN JEJEJE
ES LINDO VER LO INSPIRADA QUE "EL COMPAÑERITO" TE TIENE JEJEJE AUNQUE HAY DETALLITOS QUE CREO QUE NO SABÍA, AUNQUE A LO MEJOR SI ME CONTASTE PERO LA ENFERMEDAD DE LAS VACAS LOCAS HA HECHO QUE SE ME OLVIDEN JEJEJE.
QUE TE PUEDO DECIR? SÓLO QUE SABES QUE TODO TIENE SU JUSTO MOMENTO Y LUGAR, SI NO LAS COSAS NO FUNCIONAN Y CON TU HISTORIA LO ESTÁS COMPROBANDO.
PROMETO NO TARDARME TANTO EN COMENTAR...TQM!

La ArDiLLa MaYoR dijo...

Me das weeeeeeeeva... eres una pinche ñoña.. yo no te enseñe esas malas mañas que quien sabe de donde te agarraste.

ves, ves, ves? ves lo que pasa cuando abandonas a tu master... llega cualquier ingeniero y te hace pendeja, cursi, rosa y estupidamente feliz...

como has cambiado me cae!!

por cierto topi 4 me, and topi 4 yu

beshos peludos